viernes, 12 de octubre de 2012

DIA DE LA RESISTENCIA INDÍGENA

                                              12 DE OCTUBE  DE 1492-2012 

                                                            
Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progresó. Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible. América, ciega de racismo, no las ve.
                                                                                                                               Eduardo Galeano

Sin dudas en las palabras de Galeano que hacemos nuestras, sintetiza contundentemente la realidad de los pueblos y Naciones del Awya Yala de estos  520 años. 
Vivimos en un sistema asesino del mundo y de sus habitantes, que contamina el agua, aniquila la tierra, envenena el aire y el alma, que cree que erradicó y despojo física, ideológica y espiritualmente nuestra cultura… este sistema  está en contradicción con las culturas originarias, quienes  creemos que la tierra es sagrada porque sagrados somos nosotros, sus hijos: nosotros que somos despreciados, ninguneados, tratamos a la tierra como madre y no como insumo de producción, a esa vida capitalista le proponemos la vida comunitaria, sustentable, respetuosa, desde la reciprocidad y horizontalidad de nuestra cosmovisión. “Para que ignoremos lo que podemos ser, se nos oculta y se nos miente lo que fuimos”
Sabemos que…el tiempo presente no repite el pasado, lo contiene… Somos ladrillos de una casa devastada, pero en construcción, nunca en ruinas, no somos peso muerto  en el desarrollo social, somos potencialidades, no somos solamente el  folklore ocasional,  somos herencia cultural. Esta concepción requiere una sociedad, un mundo que no solo sea culturalmente sensible, sino que además culturalmente responsable de los sujetos que forma; en un marco de respeto y apertura, que parta y permita el fortalecimiento y la autoafirmación identitaria, desde una propuesta que interpele las relaciones de poder con miras a construir una sociedad libre de representaciones y estereotipos  descalificativos. 
A 520 años, del horror, nada cerca de los 13.000 de existencia charrua podemos seguir encontrando en nuestras más ancestrales fuentes, nuestras jóvenes energías, el pasado dice cosas que interesan al futuro. Y eso lo reafirma este proceso charrúa que lleva ya  un cuarto de siglos, en que en nuestra querida provincia cada día nos re-conocemos, nos re-encontramos re-afirmándonos como inchala cjuimen charrúa (hermanos del pueblo  charruas, junto al Uruguay y parte del sur de Brasil.  Fueron las antiguas abuelas, las hijas de Guida (hijas de la luna), las que mantuvieron la sangre charrúa al ser las sobrevivientes al exterminio. Ellas, las portadoras de la estirpe charrúa, fueron las que llevaron la voz eterna, invencible y guerrera que salvó la historia de nuestro  pueblo. Hasta que llego el tiempo, tiempo  donde nuestras miradas se encuentran y sabemos las cosas que hay que saber, nos pertenecemos…somos la misma sangre…las palabras…innecesarias, mejor el silencio así escuchamos las voces de adentro. Sabernos sangre fluyendo que nunca dejo de correr, solo teníamos que esperar el momento preparado para volver, vernos , sentirnos…ahora nuestros anaxiguat (abuelos) hablan nuevamente…aquí estamos la gente y el tiempo que esperaban, que esperábamos…nunca nos fuimos, solo nos silenciamos, nos silenciaron, el tiempo es tan corto, el tiempo no fue, el tiempo está siendo, ahora aquí. En el que también nos sumamos a las voces de todos los pueblos y naciones del Abya Yalap para que:
 -Se reconozcan y efectivicen todos nuestros derechos y declaraciones universales, nacionales y provinciales.
-Que secén inmediatamente los asesinatos y persecuciones a los inchala, hermanos de tantos pueblos de toda  Latinoamérica.
-Que sean devueltos nuestros territorios
-Que los Estados, instituciones y la sociedad respete nuestras cosmovisiones en general sin discriminación, sino como un aporte para una sociedad más justa a favor de la vida de todos los seres.
-Que no nos dejemos corromper por migajas partidarias e intereses personales traicionando a nuestros antiguos y actuales hermanos.

  CODECHA  coordinadora de comunidades charrúas de Entre Ríos

lunes, 24 de septiembre de 2012

Día de Los Pueblos Originarios

El tiempo presente no repite el pasado, lo contiene… Somos ladrillos de una casa desvastada, pero en construcción, nunca en ruinas, no somos peso muerto  en el desarrollo social, somos potencialidades, no somos solamente el  folklore ocasional  somos herencia cultural. Esta concepción requiere una escuela que no solo sea culturalmente sensible, sino que además culturalmente responsable de los sujetos que forma; en un marco de respeto y apertura, que parta y permita el fortalecimiento y la autoafirmación identitaria, desde una propuesta que interpele las relaciones de poder con miras a construir una sociedad libre de representaciones y esteriotipos  descalificativos.
Celebrar que podemos encontrar en nuestras más ancestrales fuentes, nuestras jóvenes energías, el pasado dice cosas que interesan al futuro.
Vivimos en un sistema asesino del mundo y de sus habitantes, que contamina el agua, aniquila la tierra,  envenena el aire y el alma, que nos erradicó y despojo física, ideológica y espiritualmente nuestra cultura… ese sistema  está en contradicción con las culturas originarias, que creemos que la tierra es sagrada porque sagrados somos nosotros, sus hijos: nosotros que somos despreciados, ninguneados, tratamos a la tierra como madre y no como insumo de producción, a esa vida capitalista le proponemos la vida comunitaria, sustentable, respetuosa, desde la reciprocidad y horizontalidad de nuestra cosmovisión. “Para que ignoremos lo que podemos ser, se nos oculta y se nos miente lo que fuimos”
Es por esto que cobra real importancia la escuela como espacio en dónde se sostienen relaciones  con la cultura viva, donde se potencian experiencias vitales con los estudiantes, donde se resguarde, pero sobre todo dónde se valore la identidad cultural de los pueblos originarios, potenciando el pluralismo como valor en si mismo., desde el conocimiento del yo y del otro.
No se trata solamente  de desandar el camino atravesado para llegar hasta aquí, de ahondar en el pasado y reconocer formas de existir en otros tiempos, se trata también de aprender a mirar el presente, de caminarlo, de construirlo siendo conscientes del inter -culturalismo que nos constituye, visualizando la realidad, escuchando todas las voces…
Hablamos, caminamos, construimos, luchamos, queremos…ESTAMOS!!.